Hemos dado la vuelta a toda la redondez del mundo. Hemos dado la vuelta y esa es la verdad, como no hay otra. Hemos sido los primeros y el precio que pagar han sido tres años de fortunas y calamidades, de crueldad y valentía, de hermanos muertos y amigos traidores. De Sanlúcar zarparon cinco navíos y más de doscientos cincuenta hombres. A Sanlúcar hemos vuelto una sola nao malherida, la Victoria, y dieciocho fantasmas. Así de cara es la tarifa de la gloria.
Hemos podido demostrar que navegando hacia poniente se podía llegar a las islas del oriente para explorar sus tesoros de clavo y canela, y que continuando la ruta se podía regresar al punto de partida. Nadie ha realizado antes, en la historia, semejante proeza.