Un pueblo del Sur en la España de 1960 acorralado entre el casticismo del Antiguo Régimen y el cosmopolitismo de la Década Prodigiosa. Los personajes del libro son los jóvenes que en febrero de 1956 se sublevaron por primera vez contra el statu quo implantado por la Guerra Civil. Los mismos que, veinticinco años más tarde, empuñaron las riendas de la España democrática. Fernando Sánchez Dragó es entonces un joven, pobre, feliz y discípulo de Hemingway, que acaba de separarse y llega a Torremolinos tan decidido a devorar el mundo. La Costa del Sol nacía entonces y, con ella, un nuevo estilo de vida que ya no existe pero cuyo aroma permanece. Allí conocerá a una mujer de diecinueve años que le recuerda a la Natalie Wood de Esplendor en la hierba y se enamorará perdidamente de ella. La corteja, se deja cortejar y así pasarán seis semanas de sol, sal, pitas, chanquetes, ginebra, romanticismo, rebeldía y amor sureño... Pero ella se resistirá a tener una relación con él debido al estado civil de quien con tanto ímpetu la requiere. Por ello, el veinteañero Dragó, se encerrará a escribir torrencialmente estas páginas, en sólo veintitrés días, con el objeto de conquistarla. El joven que un día fue todavía hoy persigue al autor con la máxima que rige su vida: «se querían, sabedlo». La destrucción o el amor. Eso, y mucho más, es Eldorado.
«No es sólo una historia de amor. Es un daguerrotipo, un retrato de época, un álbum de fotos, una psicografía de mi generación, un testimonio de cómo era el mundo, de cómo era España, de cómo éramos, pensábamos y sentíamos las gentes y, sobre todo, los jóvenes de lo que no tardaría en llamarse, con razón, Década Prodigiosa.» Fernando Sánchez Dragó