Octubre de 2015. Londres se ha convertido en una jungla infernal, una ciudad asediada por el desabastecimiento y la violencia que saca los colores a un gobierno incapaz de hacer frente al caos. El príncipe de Gales culpa a los terroristas que meses atrás, en Madrid, volaron el Congreso de los Diputados y mataron al rey de España, obligando a la reina Letizia a ponerse al frente del país. Su madre, Isabel II, abraza una teoría más sutil: el origen del caos se remonta a 1995, cuando las intrusas se apropiaron de lo que siempre se les había negado y cetros y coronas fueron sustituidos por exuberantes cuentas bancarias. El eterno dilema entre lo humano y lo divino, la dicotomía que separa el gobierno de los muchos y el gobierno de los mejores, guía las peripecias de dos grupos de antihéroes: uno se embarca en un desesperado viaje para impedir que cambie el curso de la historia; otro, en la revelación del misterio que envuelve a los nuevos propietarios de una casa señorial en la isla de Mallorca. Pero, para desgracia de ambos, la revolución es imparable. Un nuevo capítulo de la crónica de la humanidad ha comenza