El asesinato del joven emperador Alejandro Severo en el año 235 iniciará un período turbulento de la historia romana que la doctrina denomina ôAnarquía Militar del siglo IIIö, abarcando cincuenta años en los que se suceden hasta sesenta y tres emperadores, césares y usurpadores que lucharán incansablemente por el control del Imperio Romano, hasta la Primera Tetrarquía. Aunque Roma sobrevivirá, la abdicación de los emperadores Diocleciano y Maximiano Hercúleo en el año 305 provocará una nueva serie de guerras civiles que se prolongarán hasta la definitiva victoria del emperador Constantino el Grande en el año 325. Teodosio, dividirá el Imperio entre sus hijos Arcadio y Honorio creándose dos ejércitos romanos independientes en Oriente y Occidente. El ejército occidental será destruido en una interminable sucesión de guerras civiles y campañas hasta la caída final de los últimos emperadores, Rómulo y Julio Nepote, depuesto el primero y asesinado el segundo entre los años 476 y 480.