El General Cassinello se adentra en las maniobras de los ejércitos al mando del Marqués de la Romana cuando están destinados en Dinamarca, auxiliando al ejército francés. Es el tiempo de la astucia, de las dobles palabras, de las maniobras militares evasivas que conducen a las tropas españolas de la cooperación al enfrentamiento, pero con el menor número de pérdidas posibles. Posteriormente, después de que las tropas logren en su mayoría reintegrarse a España y participar en el esfuerzo común para liberar el territorio de las tropas francesas, -especialmente en Extremadura, Castilla, Galicia y Asturias- el General Cassinello describe la participación de esas fuerzas en la guerra de la Independencia, que es profundamente diferente de lo que van tenido que hacer en Dinamarca. Unidas al ejército regular, a las guerrillas y a las milicias levantadas por las diferentes Juntas territoriales, las tropas al mando del Marqués de la Romana tienen que hacer otras cosas. Describe sus maniobras, sus huidas para no tener que enfrentarse con ejércitos más numerosos y mucho mejor dotados; sus tácticas de dispersión y distracción. Son sus descripciones las de un experto observador desde la distancia. Pero nos está abriendo la posición privilegiada de un conocedor de la guerra y nos está ofreciendo su narración en apariencia neutral sobre lo que es necesario hacer adaptándose a las posibilidades en cada ocasión, explicándonos una guerra diferente a la que conocemos y describiendo como el Marques de la Romana que dirigía en Dinamarca un cuerpo Español expedicionario de elite se tiene que acomodar a los pocos recursos que ponen a su disposición desde la dirección política de la guerra.