Karel y Ferrán, Ambrosio y Florencio, cuatro jóvenes a los que el destino conduce a la fatídica batalla del Ebro en julio de 1938. Sus vidas, con ilusiones y proyectos, culminan entre crueles combates, que dejan hectolitros de sangre joven sobre las tierras cercanas a Gandesa, en la Terra Alta.
Camacho describe sus orígenes, sus anhelos, y al mismo tiempo nos lleva por un tiempo político europeo, alborotado por los nazis.
Pero, sobre todo, es un canto a la amistad, al sacrificio y a la esperanza, con esbozos de la vida habitual en una y otra zona en conflicto.