El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) se define comúnmente como un trastorno neurobiológico cuya expresión sintomatológica, falta de atención y/o impulsividad e hiperactividad, afecta negativa y significativamente al funcionamiento académico, socioemocional y conductual del niño. Se estima que a nivel mundial puede haber, al menos, un niño con TDAH en cada aula. Las dificultades que presentan estos niños en su ámbito escolar, familiar y social generalmente se asocian con disfunciones ejecutivas que dependen de regiones corticales, principalmente prefrontales y subcorticales que no han madurado adecuadamente.
Una de las grandes contribuciones de las neurociencias a la educación ha sido la de corroborar diferentes modelos y perspectivas educativas que actúen sobre la plasticidad neuronal del niño y su adaptación al contexto, legitimando buenas prácticas, cuestionando otras y proponiendo mejoras en los procesos de enseñanza-aprendizaje. En este sentido, se ha demostrado que el entrenamiento de las funciones ejecutivas junto con las estrategias de gestión del tiempo, la planificación y la organización en el aula incrementan el número de conexiones neuronales y mejoran el rendimiento y la calidad de vida del alumno con TDAH.
A través de este libro se intenta reducir la distancia que a veces existe entre la neurociencia y la práctica educativa. Los educadores ocupan un lugar destacado en este proceso, pudiendo aprovechar los periodos de mayor plasticidad y optimizando al máximo el potencial de aprendizaje de cada alumno. El objetivo de este libro es proponer modelos, métodos y técnicas que, llevados a la práctica desde una base científica, permitan a los educadores conocer y comprender cómo funciona el cerebro de un niño con TDAH, cómo poder situarse en su potencial de aprendizaje y cómo poder incrementarlo a través de estrategias que favorezcan el desarrollo y la adaptación más eficiente.