Este es un libro acerca de la vida en la Rusia urbana en el apogeo del estalinismo. Trata de viviendas comunitarias atestadas, de esposas abandonadas y esposos que no pagaban
los alimentos de sus hijos, de falta de comida y ropa, de colas interminables que consumían la jornada de las amas de casa. De lo que significaba ser un privilegiado en la sociedad estalinista, o uno de los tantos millones de marginados o parias. Trata de la
vigilancia policial y las epidemias de terror. Atendiendo a las vicisitudes de una vida cotidiana atravesada por la excepcionalidad y los sobresaltos, pero también a los “relatos” que circulaban entre los ciudadanos para darle sentido a la dificultad extrema,
Sheila Fitzpatrick ha escrito un libro fascinante sobre las estrategias de las personas comunes, entre la desesperación y el cálculo, entre la victimización, la pasividad y las convicciones genuinas.