El drama cotidiano que Uba nos ofrece, a pesar de tenerlo cerca en el espacio, está lejos de nuestras vidas. Se enmarca en la lucha por mantener viva una cultura milenaria, en virtud de la cual el ser humano pertenece a la tierra y no al revés, que topa con los muros de la globalización. En Casamance, pero, esta lucha es del color de la sangre y resuena con el estrépito de las ametralladoras; se ha convertido en una guerra abierta que, aun así, es invisible para nosotros, cosa que nos muestra, una vez más, que la vida de las personas no vale lo mismo en todas partes. Uba, pues, muestra esa parte de la realidad actual a la cual no tenemos acceso, una realidad escondida: las miserias y heroicidades, las ganas de vivir, de amar y de expresarse, de seres humanos que permanecen bajo el yugo de un sistema que los ha condenado.
Rubèn Fernàndez Arizmendi nació en la ciudad de València en 1969. Impresor de profesión, su contacto con los libros ha estado, hasta ahora, unido a planchas de impresión, tinta y pliegues de papel de edición.