Este libro, que he intentado sea didáctico y fácil de leer y comprender, está orientado al público en general, incluso al no experto en economía, y especialmente a las generaciones “millennial” y “z”.
Pretende dar unas pinceladas sobre las corrientes liberales en economía, además de tratar de reflejar el complejo escenario en el que nos movemos, que por difícil que sea nunca dejará de resultar apasionante.
Y digo apasionante, porque el mundo está cambiando a una velocidad vertiginosa, la revolución tecnológica en la que estamos inmersos no tiene precedentes en la historia. Ante un mundo que no tardará mucho en ser gobernado por la inteligencia artificial, y muy próximo a que el hombre pueda llegar a vivir en plenitud más de cien años, cabe que nos preguntemos si debemos seguir creyendo que nuestra vida y la de nuestros hijos no va a cambiar.
El propósito de la obra es tratar de suscitar preguntas para poder dar respuesta a los nuevos escenarios. La frase que se atribuye a Albert Einstein, “locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes”, puede hacernos reflexionar sobre la conveniencia o no de dudar sobre algunas políticas que hasta ahora parecían seguras e incuestionables.
Los jóvenes ya son partícipes activos del cambio, y no tendrán problemas en adaptarse a los nuevos tiempos, si bien hasta ahora han visto como sus padres, e incluso sus abuelos, se beneficiaban de una calidad de vida proporcionada por el Estado que está en crisis y que puede terminar afectándoles.
El estado del bienestar nació en Europa después de la Segunda Guerra Mundial como respuesta intermedia a dos planteamientos diametralmente opuestos: el liberalismo más radical y el comunismo. Si no queremos que las corrientes más extremas tomen el control de nuestras vidas, en parte debido al incremento de la pobreza y de las desigualdades, hemos de ir pensando cómo vamos a financiar el bienestar de las nuevas generaciones. Y ninguno de nuestros gobernantes, con independencia de su color político, debería dudar a la hora de debatir ideas o políticas que hasta ahora consideraba incuestionables.