La idea de Progreso ha vuelto a ser desde hace tiempo objeto de discusión. Por una parte es criticada por pensadores que se definen como multiculturalistas y decolonialistas, y que subrayan la división tajante que estableció entre culturas más avanzadas y otras poco o nada civilizadas, observando que esto permitió desentenderse del sufrimiento causado por el supuesto progreso, que al final terminaba siendo eurocéntrico. Por otra parte están quienes, aportando una gran cantidad de datos, no sólo buscan probar la realidad a escala mundial de tal progreso, sino que observan que su precondición está en creencias como el poder de la razón, el valor del cosmopolitismo o el respeto a los intereses de las mujeres. Con debates de este tipo volvemos a una reactualización de los que tuvieron lugar en el siglo XVIII, en donde la idea de progreso fue una poderosa herramienta para, defendiendo a la razón y a la ciencia, luchar contra el fanatismo religioso, el absolutismo y la desigualdad.
Las Luces del Progreso analiza algunos de los autores y de los temas más significativos que tienen como eje central esta idea de progreso en la Modernidad ilustrada y, también, algunas de las críticas o de las dudas que suscitó ya en su momento.