El estado del planeta es preocupante, con alteraciones que parecen irremediables y consecuencias que afectarán al mundo entero. La situación actual genera dudas sobre nuestras capacidades y replantea la noción de 'salvación', tanto desde perspectivas religiosas como seculares. La fe cristiana y la sensibilidad ecológica nos hacen reflexionar, quizá con más profundidad que nunca, sobre nuestro destino en el cosmos. El jesuita Pierre Teilhard de Chardin fue un pionero en contemplar esa espiritualidad del cosmos, y su pensamiento orientado hacia el futuro puede ser esa puerta por donde mirar más allá. A pesar de la crisis de sentido y el rechazo a las grandes narrativas, el legado de Teilhard sigue moviendo muchas mentes y corazones, alentando a recuperar el 'gusto por vivir' y enfrentar los desafíos del presente y futuro.