En este libro se muestra la capacidad compositiva de la improvisación libre y se describen otras cualidades que desarrollan los músicos y artistas que la practican. Es un intento de equilibrar la balanza entre la improvisación libre y la composición escrita; recuperar el valor que se le ha negado a la improvisación. A través de los escritos de diferentes autores, de las entrevistas personales a un número importante de compositores e improvisadores del panorama internacional, así como del análisis de su experiencia práctica (las relaciones entre la improvisación libre/composición y el free jazz, la poesía escénica, la sensibilización artística de personas con discapacidad intelectual y las orquestas de improvisadores), Chefa Alonso investiga las similitudes y diferencias entre la improvisación libre y la composición escrita. La historia musical occidental se ha centrado en las composiciones escritas y ha sobrevalorado la importancia de la partitura, que ha terminado por convertirse en el objeto central de la actividad musical oficialmente reconocida. Por otro lado, es comprometido estudiar y analizar algo que no está escrito; es difícil entender comportamientos donde las reglas no son transparentes, como es el caso de la improvisación libre. El mundo académico infravalora la formación de los improvisadores y desconfía de los resultados musicales de una negociación artística y social espontánea que implica tolerancia y habilidad para tomar decisiones dentro de un contexto colectivo. Las razones que justifican el rechazo de la improvisación no están basadas en cuestiones de ?forma? o de ?poética? musical, sino que obedecen más a prejuicios ideológicos derivados de condiciones históricas y sociales.