Vivimos un momento de reflexión sobre la dimensión sinodal de la Iglesia, donde cada uno somos piedras vivas en su construcción. Este libro quiere ayudar a vivir este acontecimiento con una honestidad que impulse una reforma estructural y una conversión sincera, en lugar de estratégica. Marta García Fernández explora la relación entre sinodalidad y profetismo, con el profeta veterotestamentario como modelo de autoridad y promotor de una comunidad sinodal. Jesús de Nazaret, como Hijo de Dios, trae una novedad sorprendente: se vacía, se hace uno de nosotros, se convierte en siervo hasta el extremo de morir en la cruz por amor. Un llamado a una transformación profunda de nuestra forma de actuar.