Chuya Nakahara, personificación del poeta bohemio por antonomasia, fue un alma marcada por la muerte, la soledad y la melancolía. Pese a no gozar de reconocimiento en vida, aportó una mirada totalmente novedosaa la poesía japonesa; y sus versos, dotados de un ritmo casi musical, una frescura inédita hasta entonces. 65279;Chuya supo volcar sus sentimientos en poemas atemporales que trascienden lo individual para capturar la esencia de lo puramente humano. Profundamente conmovedora y dotada de una mágica cualidad reparadora, su poesía es un canto al ir y venir de la esperanza que ha servido de espejo y bálsamo para el alma de una infinidad de lectores.