Topotipo invita a Topotapo a almorzar en casa, una cabaña campestre en la que lleva una vida modesta y apacible, libre de preocupaciones y sobresaltos. A modo de agradecimiento, Topotapo, ratón de ciudad, le abre las puertas de su casa. Allí todo es «otra cosa»: abundancia, suntuosidad y alimentos sofisticados. Pero la visita acaba por ser un infierno, pues en la ciudad también hay escobas, zapatos y algo aún peor, un gato inmenso y feroz que mantiene a raya a los hambrientos roedores. Es mejor volver a casa, se dice Topotipo con la lección aprendida: más vale una vida modesta y tranquila que una existencia lujosa pero repleta de peligros y preocupaciones. Como el resto de las fábulas de Esopo, el gran cuentista moral de la antigua Grecia, la historia del ratón de campo y el ratón de ciudad tampoco ha perdido vigencia. Los autores de esta nueva adaptación, además de mantener el espíritu del original, la han acompañado de unas ilustraciones exquisitas de corte clásico e intemporal.