Bruce Chatwin: la naturaleza viajera del hombre indaga en el apasionante viaje literario de un autor que consagra su vida y obra a responder al interrogante: ¿Por qué el hombre viaja en lugar de quedarse en casa? El personaje se edificó como experto en arte, arqueólogo, coleccionista y, sobre todo, amante de las contradicciones, convirtiendo cada anécdota en leyenda y dotado de gran poder seductor tanto por sus libros como por su vida.
Bruce Chatwin (1940-1989) se definía a sí mismo como “el hombre que va y viene en busca de un trozo de brontosaurio perdido”, tesoro familiar que le llevó a emprender su viaje a la Patagonia. No existe mejor retrato para este escritor británico que buscaba el mito y las explicaciones mágicas en cualquier acontecimiento de su existencia. Algunos quieren describir la realidad; Bruce Chatwin deseaba superar lo cotidiano mediante las asociaciones talismánicas. Mezclaba siempre lo auténtico y lo ficticio. En ocasiones resulta difícil discernir lo que es leyenda y lo que no, tanto en su biografía como en sus relatos. Todo lo que vivió le impelía a alimentar su obsesión, sacando brillo a la verdad.
La autora camina junto a Chatwin desgranando el espíritu nómada de uno de los escritores más originales del pasado siglo, cuyo eco artístico no ha parado de crecer tras su prematuro fallecimiento por sida. Su inquietud le transformó en un viajero literario herido por la nostalgia de un pasado nómada presente a lo largo de una obra literaria compleja y única que se vertebra en cinco obras fundamentales: En la Patagonia; El Virrey de Ouidah; Colina Negra; Los trazos de la canción, y Utz. Sus libros simbolizan, en este sentido, el sendero por el que todo ser humano transita hasta llegar al paraíso. Su viaje literario le había convertido en un narrador de exploraciones íntimas y así localizó en el mapa el origen de la inquietud, una desazón de alcance universal cuyo origen se halla en el sedentarismo del presente.