En "Islam y feminismo", Paloma Hernández analiza de manera incisiva todos los feminismos, y en particular los efectos que el llamado «feminismo islámico» puede tener en los países de tradición cristiana, especialmente en Europa. Este ensayo rastrea la expansión institucional de este movimiento y alerta sobre los riesgos que encierra, presentándolo como un fenómeno de carácter proselitista, impulsado por grupos que se autodenominan «progresistas» y que defienden una militancia religiosa.
UNA BATALLA CULTURAL EN EL CORAZÓN DE EUROPA.
La autora profundiza en un fenómeno cada vez más visible en Europa ?también en países como Canadá y Estados Unidos?: mujeres jóvenes que, a través de las redes sociales, exhiben con orgullo su conversión al islam, defendiendo su «libertad individual» y adoptando nuevas costumbres, incluidas la vestimenta y las creencias.
El «feminismo islámico» se presenta, en última instancia, como un factor de disolución social, un «caballo de Troya» que facilita la entrada del fundamentalismo musulmán en Europa. Esta realidad está fomentando la aparición de guetos donde la ley de la sharía, ajena a los valores de nuestras sociedades ?herederas de la filosofía griega, el derecho romano y el cristianismo?, toma protagonismo.
«El velo desindividualiza completamente a la mujer, la despersonaliza y representa un símbolo de la asignación estructural de la mujer al espacio privado». Celia Amorós, filósofa, escritora y ensayista española, teórica del feminismo. En 2006 se convirtió en la primera mujer que obtuvo el Premio Nacional de Ensayo.