«De superwoman a superabuela», «De superesposa a superamante», «Poner al mal tiempo buena cara» o un sugerente «Los nuevos retos», son sólo algunos de los capítulos que componen esta obra interesante y divertida a partes iguales y que sirve tanto de entretenimiento como de terapia para aquellas personas que han traspasado el incierto umbral de los sesenta.
Recetas contra la tristeza y la pereza, arengas que insuflan vitalidad al lector, trucos prácticos y en definitiva un soplo de optimismo es lo que Rosa Villacastín administra a sus coetáneos en "Si a los sesenta no te duele algo, es que estás muerta".
La edad, los inevitables efectos del paso del tiempo, los achaques, son algo que a ciertas edades hay que aceptar, pero ante los que no hay que claudicar y ésta es la idea central en la obra de Rosa Villacastín. Los nietos, las experiencias vividas, el bienestar personal, la sabiduría acumulada después de tantos años son un equipaje de lujo para transitar una etapa que se percibe con miedo pero que está repleta de oportunidades y de momentos intensos.