Dicho de forma muy simple, la homeopatía es una rama de la medicina cuya metodología se basa en la Ley de los Semejantes, según la cual lo similar se cura con lo similar. Es decir, el homeópata no mira los síntomas, pues considera que son señales externas de que el cuerpo intenta curarse a sí mismo. Por el contrario, trata de reconocerlos e incluso los potencia, mediante medicación, en su acción purgante contra la enfermedad. El homeópata siempre tiene en cuenta la totalidad del cuerpo y la personalidad del paciente en la búsqueda del tratamiento adecuado, por lo que puede decirse que la homeopatía está estrechamente relacionada con la medicina integral.
Pues bien, partiendo de todo eso, este libro trae un mensaje de esperanza e inspiración tanto para las personas enfermas como para las sanas. Mucha gente con enfermedades crónicas aparentemente incurables han recurrido a la homeopatía como última alternativa. Siempre ha sucedido así, y los homeópatas han logrado curaciones casi imposibles, sobre todo teniendo en cuenta el estado de los pacientes cuando llegaron a ellos. Sin embargo, últimamente, hay también mucha gente con buena salud que busca en la homeopatía un medio para conservarla, por lo que los homeópatas están empezando a alcanzar el objetivo que han perseguido desde hace casi doscientos años: no las curaciones milagrosas de enfermedades sin solución, sino el mantenimiento de la salud y la felicidad mediante métodos naturales.