No es una obra de pensamiento ni de creación literaria o de justificación política de una gestión gubernativa. Es algo más simple y sencillo. Se trata del interés de una persona pública -el jurista y político José Joaquín Colón de Larreátegui- que desea poner a buen recaudo una parte de su archivo personal, del que ha hecho acopio por razones distintas en una estancia difícil.
Es una miscelánea de referencias, datos, copias de cartas, normas jurídicas, relaciones de providencias, extractos de acuerdos de la más diversa índole que lo único que presentan en común en su información circunscrita a los meses de marzo-junio de 1808 de un político en Bayona.