Este libro ofrece estrategias para enseñar, para aprender, para motivar, para enriquecer el pensamiento, para canalizar las emociones, para desarrollar valores, para conducir la disciplina, para orientar a orientadores, docentes y padres. Resalta las creencias, las expectativas y, sobre todo, los moldes mentales de los educadores y educandos, poniendo en primer plano las competencias en habilidades emocionales, sociales y de eficiencia. De ahí que no sea un libro más de "Psicología de la Educación", sino que es un libro distinto, por la conjunción del paradigma constructivista y emocional-personalizante en que se apoya, y por el modo cálido, reflexivo y práctico en que se desarrolla.