En esta obra se propone un programa orientado a potenciar los recursos personales que permiten a los adolescentes alcanzar su propio bienestar y el de los demás, evitando así el malestar y la violencia. Es cierto que se puede intervenir en muchos aspectos (mejorar la sociedad, apoyar a las familias, ofrecer una buena escuela, favorecer formas de ocio saludables, etcétera) y que todos ellos son básicos, pero este programa se centra en uno fundamental: conseguir que los adolescentes tengan recursos adecuados para afrontar la vida y, más concretamente, las relaciones emocionales y sociales, que, cuando se resuelven de forma adecuada, son las que más contribuyen a su bienestar y al de los demás. Es lo que en otros términos se ha llamado una adecuada socialización.