Al comienzo de la década de los ochenta, nuestro nivel de deuda pública sólo era de 2,8 billones de pesetas (18,4% del PIB); en 1994 su importe ha sobrepasado los 40 billones (63% del PIB), lo que supone más de un millón de pesetas por español. Con el agravante de que tal galopada en el endeudamiento público ha sucedido con un crecimiento de la presión fiscal de 10 puntos de PIB. Un incremento de la presión fiscal del 37% y una deuda pública 15 veces superior es el resultado de una expansión a ultranza del sector público, que de representar en 1980 el 33% del PIB ha pasado a absorber el 50% del mismo. Si a esta deuda explícita de las Administraciones Públicas se le suma la deuda implícita de la Seguridad Social correspondiente a los compromisos derivados de las pensiones en vigor y de los derechos en curso de adquisición de los trabajadores actualmente cotizantes, la deuda total de las Administraciones Públicas sobrepasa los 184 billones de pesetas, tres veces el PIB. ...¿Está el Estado español en quiebra?