En los años 80 se replanteó la estructura bipolar del sistema español de la Seguridad Social representada por la existencia de un Régimen General, destinado a la protección de los trabajadores por cuenta ajena, y de variopintos regímenes especiales, que se ocupan de los trabajadores que por sus peculiaridades características pudieran quedar fuera de aquel colectivo; y, como consecuencia, se ha producido el retorno del objetivo de simplificar, racionalizar y unificar la estructura de la Seguridad Social mediante la integración de los regímenes especiales que guardan mayores afinidades con los sujetos incluidos en el Régimen General. Así, se ha ordenado la integración de los Regímenes Especiales de Trabajadores Ferroviarios, de Artistas, de Profesionales Taurinos, de Representantes de Comercio, de Futbolistas Profesionales, y de los Funcionarios de la Administración Local. Sin embargo, éstos siguen manteniendo algunas particularidades que les obligan a continuar siendo &laqno;especiales»; de tales particularidades se ocupa este estudio.