La presente obra constituye una exposición crítica de los fundamentos del sistema penal llevada a cabo desde una reconstrucción de sus categorías básicas - acción y norma - a la luz del "giro pragmático" efectuado por buena parte de la filosofía a partir de la obra de Wittgenstein. Como señala M. Jiménez en el Estudio preliminar, se trata de llevar la discusión interna de la sistemática penal al escenario del debate filosófico y sociológico contemporáneo. Pero, además, el autor intenta resolver - o "disolver" - las aporías conceptuales en que las distintas dogmáticas actuales incurren y, a la vez, sugerir un nuevo modo de analizar y ordenar los problemas de la teoría del delito. Por consiguiente, obedece a un doble interés: el de esclarecer si la moderna reflexión filosófica en torno a la acción y a la racionalidad práctica puede aplicarse a la solución de los problemas de la Parte General del Derecho Penal y, también, el de iniciar una reflexión acerca de si esos problemas son realmente tales o, más bien, surgen de presupuestos conceptuales inadecuados.