El estudio de las migraciones latinoamericanas contemporáneas resulta un ámbito fructífero para corroborar o rebatir algunas de las propuestas de los académicos que propugnan la visión globalizadora. En un mundo, el del siglo xxi, en el que se constata la naturaleza cambiante de la reproducción social, cultural y territorial de la identidad de los grupos, en tanto que ya no están vinculados fuertemente a un territorio, delimitados espacialmente o son culturalmente homogéneos, se vuelve necesario cuestionar el modo en que se estudian las comunidades migrantes y su adaptación cultural, por un lado, y el estudio y la gestión de la diversidad cultural en el caso de las sociedades receptoras de inmigración, por el otro. A partir de la constatación de la diversidad en estas sociedades, no resulta viable estudiar la inmigración como el proceso por el cual los recién llegados se despojan de su cultura y se incorporan en la del lugar de destino.
En este sentido, la publicación de estos textos persigue habilitar un espacio de diálogo entre investigadores estadounidenses, latinoamericanos y europeos, que indagan en los modos de interpretar y gestionar las diferencias culturales en el seno de las sociedades receptoras, que analizan aspectos políticos, sociales, económicos y culturales de la adaptación de los inmigrantes latinoamericanos a la luz de las nuevas dinámicas y políticas migratorias en un mundo cada vez más interconectado.