Los usos sociales imperantes en la actualidad nos revelan como día a día crece la autonomía jurídica de los menores de edad: la adquisición de pequeños bienes de consumo, la realización de contratos de transporte o el arrendamiento de servicio, son algunos de los innumerables actos de la vida corriente que ponen de manifiesto este aumento progresivo de la capacidad contractual en el menor de edad.
Es por ello que en la presente obra la autora, tomando como base una serie de fundamentos jurídicos incuestionables, ha encarado esta práctica social y ha realizado un análisis exhaustivo del contenido y alcance de la capacidad contractual del menor tanto en el Derecho español como en el francés, llegando a la conclusión de la falta de unificación existente en torno a la regulación de la misma.