El autor aborda en estas páginas el tema del pensamiento del profesorado, con la intención de contextualizarlo, de examinar las fuerzas sociales e históricas que le han dado forma, y analizar quién gana y quién pierde cuando dicho pensamiento se define de tal o de cual modo. Contextualizar el pensamiento es la base para liberarse de los constreñimientos. Y la liberación, a su vez, permitirá al profesorado conceptuar de nuevo su profesión y convertirse en un colectivo profesional autodirigido, autónomo, que recupera el poder consciente, la reflexión en las aulas y la acción crítica. En otras palabras, un colectivo capaz de pensar por sí mismo, de acuerdo con los ideales de la democracia y con la propia dignidad de su labor.