Las transformaciones sociales del siglo XXI y la profesionalización de los docentes ocupan un lugar destacado en la agenda de la política educativa en múltiples países y regiones. Con frecuencia, los esfuerzos realizados no han servido para garantizar un desarrollo profesional docente sostenido y, en la práctica, la formación docente ha probado ser ?resistente? y difícil de cambiar. ¿Cuáles son las capacidades que los docentes deberían poseer para impartir una buena enseñanza? "El ABC y D de la Formación Docente" presenta un pormenorizado estudio de las cuatro fases clave que integran el proceso de formación de un docente. Se trata de un área específica de la investigación educativa en la que se reconocen cuatro líneas de análisis: las etapas previas del oficio de enseñar; la formación inicial en una institución específica; los primeros años de ejercicio profesional y el desarrollo profesional continuo. ¿Por qué cuesta tanto atreverse a cambiar, a introducir innovaciones en la práctica habitual? ¿Cuál es el elemento clave que determina que las acciones de formación sistemáticamente sean fagocitadas por la realidad cotidiana, por la rutina? Son éstas algunas preguntas que este libro intenta responder. Para hacerlo, se propone una reflexión en torno a las peculiaridades de la formación de adultos y un análisis acerca de cómo se estructura y organiza el aprendizaje de los docentes.
El libro encierra una reivindicación de los docentes. Ellos importan -e importan mucho- para influir en el aprendizaje de los estudiantes y para mejorar la calidad de la educación. Y, puesto que el docente ?cuenta?, se necesitan buenas políticas para que la formación inicial, el inicio en la docencia y el desarrollo profesional de esos educadores les asegure las capacidades que van a necesitar a lo largo de su extensa trayectoria profesional.