La adaptación a los tiempos modernos ha llevado a introducir en la Ley 60/2003, de Arbitraje, diversas novedades respecto a la legislación anterior; una de ellas es la relativa a la posibilidad de utilización de las nuevas tecnologías de la comunicación y de la información en el procedimiento arbitral, especialmente, en lo que se refiere a la posibilidad de acordar un convenio arbitral en soportes electrónicos, la pertinencia de llevar a cabo los actos de comunicación a través de medios electrónicos, telemáticos o de otra clase semejante, así como la factibilidad de que el laudo que dicten los árbitros conste por escrito en tales soportes.
Con el fin de no permanecer ajenos a este fenómeno, el objetivo principal de esta obra radica en explorar las posibilidades prácticas de aplicar las nuevas tecnologías al arbitraje, tratando de dilucidar si su empleo resultará adecuado como instrumento que agilice y dote de eficacia el procedimiento arbitral, facilitando nuevos mecanismos para transmitir la información y agilizar la práctica totalidad de las distintas fases del proceso, suprimiendo con ello las barreras del espacio y del tiempo.
Es innegable que el empleo de estos medios otorga innumerables ventajas añadidas al propio arbitraje, siempre y cuando se establezcan las debidas garantías que aseguren la autenticación de los mensajes, la integridad de los documentos y las fundamentales cuestiones de confidencialidad y defensa de la privacidad. Para ello, la autora aporta y propone soluciones que garanticen un proceso justo adecuado a las necesidades de las partes sin merma de ninguna de las garantías procesales a los que tiene derecho todo ciudadano.
Nos encontramos ante una monografía efectuada desde la visión práctica de su autora, en síntesis con un estudio doctrinal, tanto nacional como extranjero, además de jurisprudencial; para lo que se ha tenido en consideración muy presente las aportaciones que al respecto están proporcionándose en el seno de la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional.
En suma, una obra de interés para los prácticos del Derecho en general y operadores jurídicos que deseosos de no quedarse anclados en el pasado, se acomodan a esta nueva era que múltiples ventajas ofrece, para los árbitros y como no, para los jueces que anhelan convivir pacíficamente con el arbitraje y contribuir sin fricciones a resolver la conflictividad social e individual.