Durante los últimos años han aumentado las voces que critican la evolución de los medios: proliferan las informaciones superficiales; los contenidos de entretenimiento se deterioran; la obsesión por mejorar la rentabilidad ocasiona que no pocos directivos estén más atentos a reducir costes que a mejorar la calidad; la bolsa acentúa el empeño de los empresarios por mejorar sus resultados a corto plazo; y los periodistas, guionistas y - en general - la parte creativa de las empresas pierde protagonismo frente a los gestores y directores financieros.
En su investigación, Sánchez-Tabernero parte de las tres hipótesis: a) en las últimas dos décadas, el contenido de los medios se ha empobrecido, particularmente en el sector audiovisual; b) las demandas del público no constituyen la causa principal de esa tendencia; c) la vulgarización de los contenidos supone una apuesta empresarial de alto riesgo.
En Los contenidos de los medios de comunicación, el autor expone que es posible incrementar la calidad de la oferta sin que esa decisión estratégica se oponga a la lógica del mercado y al interés de las compañías.