El cáncer está en todos los sitios. Uno de cada tres de nosotros tendrá, en algún momento, una desagradable diagnosis de cáncer; cada día, 1.500 americanos y muchas otras personas que no lo son mueren de esta enfermedad. En las sociedades occidentales, la afición por la salud, la riqueza y la longevidad y su continuada prominencia, es uno de los mayores retos para nuestros científicos. Y la enfermedad que llamamos cáncer es extraordinariamente diversa en su causa, en sus síntomas y en la probabilidad de un tratamiento efectivo -de alguna manera, el cáncer de cada paciente es único y esto es parte del problema. En este nuevo e importante libro, Mel Greaves explica por qué los viejos paradigmas de las enfermedades infecciosas o de los desórdenes genéticos han resultado infructuosos al intentar justificar el complejo y esquivo puzzle que es el cáncer. En vez de eso, él sugiere que observando el cáncer en su contexto evolutivo podemos empezar a responder algunas de las grandes cuestiones que nos conciernen a todos.