En esta novela el autor consigue encender de buena literatura un texto breve y antológico. La capacidad de sorprenderse de la renovación de su pueblo en la vitalidad de El buey loco, acompañándonos en un viaje por la memoria histórica, o de plasmar las emociones más íntimas y románticas en la Sierra Mágica, tienen una continuidad difícil de identificar en Interiores. Afronta una dura realidad de aquellas personas nacidas en un cuerpo extraño. Una historia tierna que empieza con la paz de la normalidad, pero, como si fuera perro flaco, la protagonista se ve perseguida por nuestra sociedad hipócrita y mezquina.