Al igual que en el sueño de Dante, en La vida nueva, donde aparece Beatriz comiendo el corazón que le ha entregado el amor, la protagonista de esta novela de Martín Garzo -donde también se confunde la realidad y el sueño- habla de un corazón que recibe, no sabe de quién. Toda la teoría amorosa del libro se basa en la certeza de que el amor es algo que se nos da, algo radicalmente extraño al amante, que le exige realizar un salto a un exterior desconocido, amenazante y oscuro, y en el conflicto que se produce entre la verdad y la justicia, por una parte, y el amor, por otra. Este es el conflicto esencial de la protagonista, cuya apuesta es siempre una apuesta amorosa, incluso cuando ésta, por apartarla de la verdad, la condena a algo parecido al delirio.