La 250;ltima clase de Deborah Sykes ha terminado. La noche es desapacible; llueve con fuerza y las rachas de viento doblan los paraguas y las ramas de los 225;rboles. Sus alumnos la han entretenido hoy m225;s de la cuenta y tiene que darse prisa si no quiere perder el tren.
Al acercarse a la estaci243;n fr237;a y solitaria, oye ruido de cristales rotos. Una vez en el and233;n, se da cuenta de que no est225; sola. Al otro lado de las v237;as adivina la figura de un hombre. No quiere dejarse dominar por el p225;nico, pero no consigue alejar de su mente los terribles asesinatos que desde hace unos meses se est225;n produciendo en la zona. Justo en ese instante llega su tren y Debbie se sube a 233;l, aliviada. Pero su tranquilidad dura poco: a la ma241;ana siguiente descubre que una mujer ha aparecido asesinada muy cerca de la estaci243;n de Moreham. El Estrangulador ha vuelto a actuar junto a las v237;as.
Mientras la polic237;a intenta por todos los medios dar con el asesino y evitar as237; m225;s muertes, un periodista irresponsable revela la identidad de Debbie como posible testigo del caso y, casi inmediatamente, a la profesora empiezan a sucederle cosas extra241;as. Cada vez se hace m225;s evidente que alguien est225; estrechando el cerco en torno a ella.
Thriller apasionante de ambiente amenazador, La v237;a muerta recrea con maestr237;a el entorno g233;lido de una ciudad de provincias en la que las cosas m225;s horribles pueden suceder.