Cutter es una insólita investigación policial y un relato terrible de iniciación. En la investigación se utiliza de manera despiadada a un niño y en el relato de iniciación asistimos, en realidad, al resultado de las capas de violencia, familiar e institucional, que ha sufrido y continúa sufriendo. Pero Ravey, tanto en esta novela como en el resto de su obra, no pretende despertar la piedad ni la ternura del lector y, precisamente por estar lejos de cualquier pathos, muestra con toda claridad el mecanismo perverso, la verdad desnuda, de la violencia. La narración se desarrolla sin monólogos interiores, con frases breves, cortantes como un cutter.