Las mujeres que protagonizan este libro, publicado en italiano en 2012, son mujeres fuertes, que luchan, que a veces pierden pero que en ningún caso se rinden. Frente a ellas, sus maridos, amantes, compañeros, se revelan como adolescentes que se niegan a crecer y confunden la pasión con la posesión. En los ocho relatos que lo conforman, duros y capaces tanto de emocionar como de indignar, encontramos por ejemplo a Marina, una recién casada que se niega a denunciar al marido que la golpea y humilla a diario; a Francesca, que con apenas trece años es violada por cuatro compañeros de colegio que serán absueltos por la justicia y la opinión pública; o a Alessandra, que decide no traer al mundo al hijo fruto de la violencia sexual. Dacia Maraini habla de un mundo dividido entre quien considera al otro como alguien a quien hay que respetar y quien lo considera un objeto que poseer y esclavizar. Es este un libro de denuncia que revela incluso aquello que las mujeres víctimas de la violencia callan o no quieren ver. Como afirma la autora, «pone en evidencia la parte oscura de un modelo cultural profundamente arraigado que conduce al hombre a creer que posee a quien ama».