Jesús del Campo forja en esta obra una visión caleidoscópica, afilada y mordaz de las fuerzas que han hecho al mundo como es: la torpeza de entendimiento entre los humanos y sus dioses, el carácter endémico de la violencia, la necesidad social de la mentira, la fragilidad de la belleza perdida ante los empujes de la derrota, el olvido y la muerte.
Noé navega ante la selva amazónica, Marco Polo se interna en la torre de Babel, el vizconde de Valmont se prepara para su último duelo, Bob Dylan pierde su sombra, Caperucita Roja discute con el lobo su visión del destino alemán...
Enrique de Hériz escribe de esta forma a Jesús del Campo: "Sutil estilista y narrador potente, culto y canalla al mismo tiempo, sólido y juguetón, transparente y perverso. Del Campo resuelve a su favor todas las paradojas de la escritura.