En años de represión, de dictadura franquista y censura, Andrés Osaba, republicano y antiguo miembro del maquis, vive aislado en el monte como ha hecho en las últimas décadas. Un día, fortuitamente, conoce a Francisco Ortiz y pronto se va forjando la amistad y complicidad entre ellos. A pesar de sus muchas diferencias, comparten entrañables tardes de caza, comidas, recuerdos y alguna ilusión, si bien el oponente al Régimen desconoce que su nuevo compañero es, en realidad, el mismísimo general Franco. Una verdad que provocará inevitables y trascendentes consecuencias en la vida de los dos.
José Antonio Lago recrea la Historia y para ello busca la libertad estética y experimenta con la ficción y la realidad. El autor juega con el lenguaje y combina diferentes estilos con el objetivo de profundizar en el valor de la amistad o en el origen de las despedidas abruptas.
Subyace en la novela la cuestión de si los dictadores tienen realmente capacidad afectiva para conducir sus vidas por los cauces corrientes dentro del marco de las relaciones humanas; si, de hecho, pueden mantener una trayectoria emocional que les permita hacer amistades, incluso con aquellos que se encuentran en sus antípodas intelectuales. ¿Lloró Franco alguna vez?