Juan Barcelona, un asesino en serie perteneciente a la clase alta barcelonesa, abre la que constituirá una parcial autobiografía mediante el recuerdo de la figura de su padre y su recurrente lema: «no importa la naturaleza de lo que deba hacerse, sólo importa si efectivamente se hace».
Asesinatos, pasiones amorosas no resueltas, paseos por Barcelona, burla a la justicia y a los medios de comunicación, itinerarios cinematográficos y literarios narrados por un personaje fuerte dentro de una trama que mantiene la intensidad con un estilo distanciado (y en consecuencia muchas veces irónico), y a la vez confesional, acorde al discurso frío de un psicópata narcisista.
El lector encontrará una voz propia del modelo de asesino en serie; fría con relación a la explicación de sus asesinatos y apasionada en el momento de abordar otros temas. Sin regodearse en la brillantez de sus crímenes, éstos le sirven como punto de partida para elaborar una lista de las fuentes literarias y científicas que explican su personalidad.
Como augura su título, estamos ante una novela desordenada, fragmentada. Con múltiples digresiones, que se erigen como las partes de un puzzle que poco a poco va encajando hasta dejarnos sobrecogidos.