1934. La noche de Breslau es implacable.
Eberhard Mock, de la Sección Criminal de la policía de Breslau, es conocido por sus métodos poco éticos, su pasión por el ajedrez y su frecuente presencia en los burdeles más lujosos. Poseedor de un inmenso archivo secreto sobre las personalidades locales, no se detiene ante nada a la hora de resolver un caso, preferiblemente si de paso obtiene favores y privilegios.
Algo ha cambiado en esta ciudad de Silesia que antaño estaba en sus manos. El ascenso del Partido Nazi ha obligado a Mock a aceptar a su lado a un asistente de la Gestapo, la nueva policía secreta. Lo que es peor: teme que el nuevo reparto de poder saque a relucir su pasado masónico y le haga caer en desgracia.
Mock es un consumado estratega, fogueado en mil batallas burocráticas. Tras la Noche de los Cuchillos Largos, los miembros de las SA han sido reemplazados por sus rivales de las SS, y Mock aprovecha para llegar a un acuerdo con los nuevos poderes y así ocupar la jefatura de la Sección Criminal. Su precio: echar tierra sobre el brutal asesinato de la hija del barón Von der Malten, poderoso noble y conocido masón.
Pero la llegada a Breslau del policía berlinés Herbert Anwaldt para reabrir el caso reaviva los temores de Mock, que ahora deberá resolver el asesinato, ocultar su pasado, despistar al policía de Berlín y llegar al fondo de un sucio asunto de sangre.