Josef Albers fue uno de los más influyentes creadores que la escuela Bauhaus ha dado al mundo del arte. En 1933, cuando la presión nazi obligó a la escuela a cerrar, se mudó a Estados Unidos.
Tras una etapa de transición comienza un proceso de experimentación con los efectos ópticos del color, que culminará en su más conocida serie de cuadros: Homenaje al Cuadrado. En ella utiliza el cálculo de formas cada vez menores para ilustrar su teoría de que los cambios de lugar, forma y luz alteran el color.
Esta edición impecable nos permitirá descifrar el interés que Albers mostró por la ambigüedad de la percepción: la discrepancia entre la información visual que la retina recibe y lo que la mente percibe, quedando claro que la identidad del color no reside en sí mismo, sino que se establece por relación con su entorno.