En los años 30?s, México representó para los surrealistas europeos el sitio ideal para
desarrollar su invención artística, motivados en primer lugar por las visitas a nuestro país
de Antonin Artaud y André Breton, padre del surrealismo, quien en 1938 bautiza a nuestro
país como ?el lugar del surrealismo por excelencia?, haciendo referencia con esta frase al
sitio donde la idea de transformar el mundo y cambiar la vida, era factible a través de la
creación artística y la revolución. A su regreso a Europa, Breton organiza en la Galería
Renou & Colle de París (1939), una exposición dedicada a México, donde incluye obras
de Manuel Álvarez Bravo, Frida Kahlo y José Guadalupe Posada, así como una serie de
objetos de arte popular que en su conjunto, mostraron la decisión surrealista de abolir
toda jerarquía entre los productos de la creatividad humana, siempre que se pudiera
descubrir en ellos la presencia de la imaginación en libertad.
70 años después de la tentativa de Bretón, el Centro Georges Pompidou en conjunto
con el Museo Amparo proponen un diálogo abierto entre imágenes, que más que con-
centrarse en intentar definir una identidad o una naturaleza de la fotografía surrealista,
pretende esbozar algunos lazos internacionales, proponer algunos nuevos encuentros,
convocar a algunas figuras menos conocidas e insistir en un ?espíritu surrealista?, que
va desde los años veinte hasta los cuarenta en Europa y en México hasta los años 60's.