El centro de la ciudad es el espacio a partir del cual se organiza todo el resto del espacio urbano, y del que se generan las imágenes que vende la ciudad en la atracción de personas y capitales del exterior. El centro es sobre todo el palimpsesto que define la ciudad completa, ya que la superposición de tiempos cronológicos e históricos es mayor que en ningún otro lugar de la misma ciudad. El centro aglutina e identifica, diferencia y atrae, por ello constituye en realidad la mayor acumulación de capital que se da en todo el espacio urbano, lo cual genera la expectativa de beneficios que permite explicar no sólo su supervivencia temporal, sino también su capacidad de atracción constante de nuevas actividades. Acumulación de capital y representación simbólica constituyen las bases del poder centralizador que el centro posee de grandes espacios que superan normalmente los límites de la ciudad y de su ámbito metropolitano.