La manipulación de la fotografía es tan antigua como la fotografía misma: ha servido para la propaganda política y también ha personificado o revitalizado la sátira, la publicidad y el arte comercial; ha creado evocaciones del "mundo feliz" del futuro, así como visiones surrealistas y fantásticas. Los dadaístas, Heartfield, El Lissitzki, Rodchenko y Max Ernst, entre otros, realizaron fotomontajes, y muchos de ellos fueron reproducidos por primera vez en este libro que ahora se ha convertido en un clásico y obra de referencia obligada del tema.