Pablo Picasso, Joan Miró, Luis Fernández, Ramón Gaya, Wifredo Lam, Baruj Salinas, Juan Soriano, y Jesús G. de la Torre son sólo algunos de los pintores con los que Zambrano mantuvo a lo largo de su vida una estrecha relación personal y sobre cuya creación pictórica escribió penetrantes ensayos recogidos en Algunos lugares de la pintura. En esta obra publicada, por primera y hasta ahora única vez, dos años antes de su muerte, María Zambrano quiso también rendir homenaje a las obras de los grandes maestros del pasado que siempre le habían acompañado: el Maestro de Flémalle, Giorgione, Zurbarán, Velázquez?, incorporando los estudios que sobre la creación pictórica y el arte, en general, había elaborado rastreando su sentido, su verdad: «Una obra de arte es tanto más verdadera cuanto más revela el secreto apenas desflorado de la condición humana». Esto es, la pintura, como modo de desvelación.