Los cuatrocientos golpes (1959), primera película de la filmografía de François Truffaut, es también el primer capítulo de un ciclo de carácter semiautobiográfico donde, tras la compleja personalidad del personaje de Antoine Doinel, Truffaut muestra sus propias obsesiones. El presente estudio analiza con detalle los diferentes puntos de confluencia que muestra la película, incidiendo tanto en el estudio del contexto sociohistórico como en el análisis de su estructura narrativa y estética.