El diseño de los espacios públicos urbanos se basa, fundamentalmente, en concebir el mejor acomodamiento posible para las personas y en conseguir una óptima configuración destinada a ofrecer un lugar de ocio, un remanso para la contemplación y el descanso o un enclave idóneo de reunión. En los últimos años, esta rama del diseño ha vivido un impresionante desarrollo, y se ha observado un sensible aumento del grado de sofisticación y la variedad de recursos empleados por arquitectos y paisajistas a la hora de proyectar los espacios comunes al aire libre que vemos construirse hoy en día.