ste libro pretende recordar que la salud ?individual y colectiva? es un derecho de cualquier ser humano que no puede ser soslayado por los gobernantes simplemente porque el sistema [capitalista] encuentre dificultades para mantener y potenciar el proceso de acumulación.
En las últimas décadas, las máximas instancias ideológicas y económicas del capitalismo, como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, se han arrogado la facultad de recomendar y/o imponer las políticas de Salud en todos los países sobre los que ejercen su influencia, desde los más industrializados hasta los más subdesarrollados; proceso en el que se ha ido desplazando poco a poco, pero de manera muy ostensible, a las organizaciones internacionales, como la Organización Mundial de la Salud, que hasta entonces habían desempeñado esa función.
Tomando como punto de partida esta realidad, se analiza aquí, desde una posición crítica, de qué manera las políticas llamadas neoliberales están actuando sobre el sector Salud y cuáles son, a juicio del autor, algunas de sus consecuencias más llamativas e injustas. Tras abordar los aspectos económicos (recorte de gasto público, estrategias de privatización, predominio de la ?razón? gerencial sobre asistencial, etc. y sanitarios (la discusión sobre el modelo de atención), se hace especial hincapié en los ideológicos y culturales, tendentes a construir y afianzar un discurso hegemónico que impregne la sociedad y justifique ante los ciudadanos tanto las estrategias neoliberales de desprestigio y desmantelamiento de los sistemas públicos, como la aparición de categorías sociológicas específicas (la culpabilización de la víctima) que favorezcan la aceptación acrítica de los limpios, ?sanos? y enormemente conservadores ideales de este fin de milenio.